¿Qué tal vuestro puente? ¿Os pegasteis algún sustitllo tal como deseaba? En el mío hasta hubo lluvia (de agua y de chucherías), fiesta, reuniones familiares, cataros (mi casa parecía un coro de catarros!) piropos,... ¡y póquer!. ¡Tampoco faltaron los sustillos!
Bueno... ¿Qué os parece el título de la entrada de hoy? jejej, me refiero al tamaño de la... ¡televisión! En mi casa de mi tierra natal, en el salón hay una tele grandote mientras que en el de la casa madrileña hay una diminutita, igual a otra que está en mi cuarto (la que emite zumbiditos, que todavía no he podido mirar porque de momento uso la del salón)
Os preguntais... ¿Y qué? Pues eso, no sé nada de las pulgadas y esas cosillas pero la diferencia que hay entre ellas es enorme y como conclusión ¡si que importa el tamaño! ¡...y MU-CHÍ-SI-MO!En mi casa mañica apetece más ver la tele para ver películas, etc. mientras que en la otra casa no hay ganas... Para ver una película entera, tiene que ser buena...si es mala, ya te cansas enseguida porque encima tienes que prestar mucha atención a esta diminuta cajita (y sus subtítulitos). Cada vez que voy a Zaragoza, casi me quedo abrumada...hasta soy capaz de quedarme atontada viendo los anuncios (o lo que sea).
En Madrid, a mis compis del piso les gusta ver Física y Química (o como se llame) ¡¡horror!! ¿Encima tengo que verla en esta tele enana? ¡Imposible! ¡Prefiero quedarme mirando sus caras para ver como reaccionan ante unas escenas de dicha serie juvenil!
Entonces... en varias cosillas el tamaño si que importa... y en otras no tanto...o nada. ¿O siempre si que importa (solo un poquito, por ejemplo) aunque digamos que no?
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